FIESTA DE MÚSICA Y COLOR SE VIVIÓ EN GRAN PASACALLE NACIONAL CELEBRAPERÚ
Las hermosos vestidos bordados con filigranas de oro revolotearon por 23 cuadras de la avenida Brasil a los compases de huaylash, carnavales huaytarinos o las típicos danzas costumbristas cajamarquinas y arequipeñas que deleitaron a más de 20 mil espectadores del Gran Pasacalle Nacional CelebraPerú.
El evento organizado por la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PromPerú) y la Asociación de Clubes Departamentales del Perú, se inició a las 10.40 horas, luego de la llegada del presidente de la República, Alan García.
El club departamental de Amazonas fue la primera delegación que desfiló frente al estrado oficial con la danza de la Cumaichada que mereció el aplauso de las tribunas. Seguidamente, lo hizo el club Ancash que presentó variadas danzas como los Cañeros de San Jacinto, las Pallas de Corongo y el baile guerrero de las Huaridanzas.
Uno de los clubes más aplaudidos fue el de Apurimac que llevó caballos y hasta un torete para representar tres danzas relacionadas con la corrida de toros, que se celebran durante las fiestas patronales de la región ancashina.
Arequipa presentó la danza agrícola Camila y el tradicional Wititi o Wifala que merecieron el reconocimiento de los ministros de Estado, presidentes regionales y congresistas que siguieron las incidencias desde las tribunas.
Arequipa presentó la danza agrícola Camila y el tradicional Wititi o Wifala que merecieron el reconocimiento de los ministros de Estado, presidentes regionales y congresistas que siguieron las incidencias desde las tribunas.
Ayacucho y sus danzantes de tijeras desfilaron con sus coloridos trajes mientras que la delegación cajamarquina con sus alegres carnavales como el baile del Cilulo y sus vistosas patrullas, atrajeron la atención del numeroso público que se apostó a lo largo de la avenida Brasil.
La mayoría de las delegaciones se acercaron hasta el estrado oficial para obsequiar al jefe de Estado, algún regalo típico como un retablo ayacuchano, un sombrero andino, la estampa de una virgen o una chalina.
El objetivo del pasacalle es institucionalizar el evento como parte de la identidad nacional y convertirlo en un hito para promover el turismo interno en el país.
Otro de los clubes que se distinguió por sus bailes fue Huancavelica que llevó la danza de la Viga de Huantuy, tradicional de Acobamba, los Negritos y el carnaval de Lircay. También Lima, representado por el Club de la Unión presentó estampas limeñas y bailes afroperuanos. De Huancayo llegó el alegre Huaylash y el Shapis y de Huánuco la Danza de los Negritos y la Tunantada jaujina. La Libertad trajo la elegancia de la marinera norteña y Lambayeque el tondero lambayecano.
Allí también estuvo Loreto con sus bailes regionales y Madre de Dios con la danza de la Anaconda. Por su parte, Moquegua presentó el carnaval de Putina, Sacuaya y Carumas.
Otro de los clubes departamentales que deleitó con solo una muestra de sus más de 500 bailes típicos fue Puno que hizo gala de sus sayas y sikuris.
Uno a uno, desfiló la totalidad de los clubes departamentales y provinciales que tienen sede en la capital. La fiesta cultural fue cerrada con una danza de los nativos Shipibos, procedentes del departamento de Ucayali.Fue una fiesta de danzas y carnavales, plagada de color y alegría, que evidenció una vez más la amplísima riqueza cultural de nuestros pueblos, expresada en lo más noble de su música y sus tradiciones.
Feria gastronómica: Los platillos que presentaron los 25 clubes departamentales en el parque de la Peruanidad estuvieron tan deliciosos que a tres horas de abrir los puestos no quedó ni un tamalito verde, rocoto relleno o cuy chactado.
El festival gastronómico, también organizada por Promperú y los clubes departamentales acaparó a una multitud de personas calculada en más de diez mil personas que arrasó con el picante a la tacneña, el cabrito a la norteña, el arroz con pato, el adobo cusqueño y los juanes y tacachos de la selva.
“Nos hemos quedado con las ganas de un cabrito a la norteña”, dijo uno de los comensales que llegó hasta la feria para probar el típico plato trujillano. Otros buscaban un cuy chactado o un picante de cuy pero a las tres de la tarde todo se había consumido.
“Jamás pensamos que a la feria iba a venir esta multitud de personas. Nosotros terminamos de vender nuestro seco de cabrito en dos horas”, dijo la representante del club departamental de Piura.
La feria funcionó en un espacio de tres mil metros cuadrados y ofreció a los comensales más de 50 platos típicos y postres de todas las regiones del Perú. (Andina).
La feria funcionó en un espacio de tres mil metros cuadrados y ofreció a los comensales más de 50 platos típicos y postres de todas las regiones del Perú. (Andina).
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